En un pequeño pueblo costero en España llamado San Miguel del Mar, vivía Ana, una chef apasionada por los sabores del mar. Todos los días, Ana recorría el mercado local en busca de los ingredientes más frescos para sus deliciosos platos. Uno de sus platos más aclamados era su guiso de calamares, una receta que aprendió de su abuela y que había perfeccionado con el tiempo.
Una tarde de otoño, mientras Ana estaba en el mercado seleccionando los calamares más tiernos y frescos, se encontró con Diego, un pescador local con quien había compartido amistad desde la infancia. Diego acababa de regresar de su jornada en el mar, y Ana notó una mirada preocupada en su rostro.
Diego le contó a Ana que la pesca había sido difícil últimamente debido a las condiciones del mar, lo que preocupaba a los pescadores del pueblo. Ana escuchó con atención, preocupada por el bienestar de su amigo y por el futuro de su comunidad, que dependía en gran medida de la pesca.
Decidida a ayudar de alguna manera, Ana invitó a Diego a su casa esa noche para disfrutar de una cena reconfortante y hablar sobre cómo podrían apoyar a los pescadores locales. Mientras preparaban el guiso de calamares juntos, Ana y Diego compartieron historias de su infancia y sueños para el futuro.
El aroma tentador del guiso llenaba la cocina mientras Ana y Diego disfrutaban de su cena, acompañada de un buen vino y conversaciones animadas. Juntos, idearon un plan para promover los productos locales y apoyar a los pescadores de San Miguel del Mar, como crear un festival gastronómico centrado en los mariscos frescos del pueblo.
Con el tiempo, el festival se convirtió en un evento anual que atraía a visitantes de todo el país y ayudaba a revitalizar la economía local. Ana y Diego siguieron colaborando en iniciativas para promover la pesca sostenible y mantener viva la tradición marítima de su pueblo.
Y cada vez que Ana preparaba su guiso de calamares, recordaba la noche en la que encontró inspiración en la cocina para hacer una diferencia en su comunidad, todo mientras compartía risas y amistad con Diego, el pescador que había sido su compañero de toda la vida....
Después de nuestra pequeña historia...
Llega el frío, en casa sólo nos apetece tomar sopas, caldos, guisos.... platos calientes y reconfortantes.
¿ Te apetece preparar unos calamares de forma diferente? Sí has llegado hasta aquí, imagino que sí.... pues toma nota ;).
!Vamos a la cocina!
Ingredientes
2 Calamares
1 cebolla
1 Pimiento rojo
1 Tomate
2 o 3 patatas medianas
1 diente ajo
1 cucharada de pulpa de ñora o una ñora seca
1 pimiento choricero. o pulpa del pimiento
1 mitad de na guindilla
1 vasito de vermout rojo
Preparación
Poner a remojo la ñora y el pimiento si vas a utilizarlo.
Cortar en láminas el diente de ajo, trocear la cebolla y el pimiento.
Poner dos cucharadas de aceite de oliva en la cazuela, añadir la cebolla, el pimiento y el ajo. Pochar en la olla exprés en el dos unos 5 minutos las verduras o 15 minutos en olla normal.
Después de pochar, agregamos el tomate troceado, la ñora y el pimiento choricero ( o la cucharadita de carne de ñora y de pimiento choricero)
Pelar y trocear las patatas, chascándolas (introducir el cuchillo y sin terminar el corte, girarlo para que la patata se rompa)
Añadir la mitad de una guindilla, remover bien. Añadir el vermout y agua hasta cubrir el guiso.
Añadir los calamares.
Haremos las patatas y los calamares todo junto.
De vez en cuando mover las cazuela para que las patatas suelten el almidón. Sazonar y cocer tapando a fuego moderado hasta que silbe la olla exprés, desde ese momento contaremos 7 minutos o 20 o 30 minutos en olla normal.. hasta que las patatas estén tiernas. Una vez tiernas las patatas ....ya podremos disfrutar de nuestro guiso.
¡Buen provecho!
Hola Chanel, me alucinan tus recetas. Te imploramos mi familia y yo, por favor comparte mas recetas. gracias por hacerlo. Un saludo
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